domingo, 29 de junio de 2008

The loneliness that feels my heart

This is just another lesson that seems like I will never learn. And even thoush I have this unstandable hurting feeling crashing in my heart every night, you still can see me waiting for you, night after night, traying to convince myself that one day you'll be mine.
But the night is here again, and I can see me again, alone in the dark, looking through the window at the silent street, crying for your absence.
And I still know you will never be here 'cause I see every waking day that you weren't here the night before, that at the end of the day of every day, it's just me, myself and I.

sábado, 21 de junio de 2008

Un recuerdo del año 2007

El único ensayo del año pasado que en verdad me gustó cómo me quedó y el único que no me aceptaron entregar. Si, por algún motivo, llego a pensar que la vida no es justa, no tengo más que acordarme que el ensayo que más sentí, el que hice con más esmero, no me lo aceptaron, y que gracias a eso volví a estar al borde de la corniza.


“Escribimos para todos pero sólo somos leídos por la minoría ilustrada que puede pagar los libros y se interesa por ellos.”

Años atrás, el hábito de la lectura en los jóvenes era algo tan común como lo es el uso de las computadoras en la actualidad, mientras que hoy en día ocurre todo lo contrario: es casi un acto increíble ver a un adolescente con libro en la mano, y más si es un libro que no tiene que leer a modo de obligación para el colegio.
El desinterés que los jóvenes presentan por la lectura muchas veces suele ser a causa del “entretenimiento fácil” con el que cuentan, el que incluye televisión e internet las 24 horas del día y los juegos de video. Éstos son los principales enemigos de los libros, debido a que suelen ser más fáciles e interesantes si se los compara con la dificultad, ya sea por el vocabulario, la estructura o el modo en que han sido escritos, de los libros. Encuestas recientes revelan que entre el 13% y el 17% de los adolescentes que asisten al colegio leen libros fuera del mismo, mientras que el 85%, aproximadamente, pasa 4 horas o más en frente de la computadora y una cantidad de horas similar frente a ese aparato tan detestado por los padres que es el televisor.
Por otro lado, los pocos interesados por la literatura cuentan con la dificultad del precio de los libros: en la actualidad los libros no cuestan menos de $30, y hasta muchas veces ascienden la suma de $100, y muchas veces no se cuenta con esa suma de dinero. Es verdad que existe la posibilidad de ir a una biblioteca y pedir prestado el libro que se desea leer, pero los que en verdad disfrutan el arte de la lectura no les interesa sólo leer el libro, sino también poseerlo.
Por último, existe un grupo social del cual se suele dar por sentado que la literatura nos les interesa en absoluto: los marginados. Los adolescentes de este grupo pasan sus días, con sol o lluvia, verano o invierno, en las calles, trabajando, pidiendo monedas a las personas que pasan cerca de ellos o a los autos cada vez que el semáforo cambia a luz roja, días que deberían ocupar yendo al colegio, formándose. ¿Debería sorprendernos que estos niños no sepan leer ni escribir? La educación que un infante recibe en su hogar es el más importante, y estos niños al tener padres, al igual que ellos, analfabetos, no conocen una vida diferente, una vida que, por ejemplo, pueda incluir una formación intelectual. A pesar de esto, nadie puede asegurar que estos chicos no se interesan por la literatura, pero si se puede deducir que, si les interesase, tendrían un gran problema: su “tiempo libre” diario lo utilizan tratando de juntar suficiente dinero para que ellos y sus familias puedan comer cada día, y es muy poco probable que alguno de ellos prefiera estar leyendo un libro mientras sus hermanitos menores mueren de hambre.
Por todos estos motivos es entendible que muchos escritores puedan llegar a sentir que “escriben para todos, pero sólo son leídos por las minorías ilustradas que pueden pagar los libros y se interesan por ellos” por el hecho de que, debido a la estructura social y económica, la mayor parte de la población de América Latina los exilie por su desinterés o por su condición económica.

sábado, 24 de mayo de 2008

"Tiempo al tiempo" se ha dicho, "Tiempo al tiempo" ha de ser


El tiempo, esa inexistencia que nos hace padecer día tras día, ese inexistencia que nos limita los minutos, horas, días... la vida. Todo el mundo vive regido bajo las normas del tiempo: "sus reglas universales, sagradas e inviolables"... las detesto.
Todo el mundo vive apurado, de acá para allá, corriendo de un lado a otro, sin estar en ningún lado, sin estar con nadie porque el "Tiempo" está pasando, porque ese vendito "Tiempo" aparece de la nada y se va sin decir adios. Ya el "Tiempo" nos limita hasta el goce, hasta el disfrutar de las más hermosas experiencias a vivir.
Pero no todo es malo: el "Tiempo" nos ayuda a olvidar, nos ayuda a reflexionar, nos ayuda a perdonar, incluso nos ayuda a sanar.

Aquí es cuando interviene la estupidez humana y su inmunda impaciencia: siempre queremos todo ya, ahora, en este preciso instante y del modo que queremos.
Obviamente ahí es cuando maldecimos al pobre "Tiempo", sin ser él el culpable, ya que él sólo cumple las reglas del juego, ya que es sólo otro triste títere del destino que se ve afectado a sus propios límites temporales.





Hace poco tiempo comprendí en verdad lo que significaba todo esto, lo que en verdad quería decir que todos, incluso el "Tiempo" está sometido a sus propias reglas:
"Saliendo de confuciones, o tratando de estar menos confundida, pero aún sin saber muy bien lo que quería, sabiendo que estaba haciendo de más, sabiendo que estaba haciendo cosas que no debía de hacer y sin embargo conciente de las iba a hacer de todos modos, caí en cuenta de que tenía que haber un límite, que yo ya había hecho todo y que era momento de sentarme y esperar a una respuesta." No me fue fácil, pero heme aquí, sentada en frente de la computadora, escribiendo y contando (sin contarme) mi triste historia. Confío en que el tiempo me dará la respuesta: aún no segura de qué es lo que quiere mi cabeza, mucho menos segura de si debería escuchar a mi corazón, simplemente decidí sentarme y esperar a esa señal, esa que me diga "si, andá, está ahí sólo para vos", o que me diga "no, ya está, algunas cosas simplemente nunca deben ser".
Pero el tiempo siempre juega con las señales: cómo debo interpretarlas si en un mismo día, en una misma tarde me presenta una señal de cada tipo, una que si y una que no. No importa, porque tiempo es lo que necesito, y tiempo es lo que necesita al tiempo. Asique, si "tiempo al tiempo" se ha dicho, "tiempo al tiempo" ha de ser.

martes, 13 de mayo de 2008

Los sueños: el inconciente, el deseo reprimido y la desesperación.

¿Nunca soñaron algo que los traumatizó y que les encantó? De cualquiera de las dos maneras es molesto: la primera porque, como los sueños suelen ser algo tan real, por instantes se cree que lo ocurrido en el sueño en verdad pasó, ya sea que se refiera a un accidente de caulquier tipo (físico o emocional), distintos tipod de actos, emociones que no queremos sentir; por el contrario, cuando se trata de un sueño hermoso, en el que todo nos sale bien, en el que nos encontramos con las personas que más amamos, todo es perfecto... Ambos tipos de sueño, al despertarnos, nos deja con un sentimiento incómodo, en el primer cosa por haber visto eso que no queríamos ver, y en el segundo caso porque lo que vimos no era la realidad.

El inconciente suele jugar con nuestra mente en nuestros sueños: nos muestra sentimientos que no queremos aceptar, caminos que podrían llegar a tomarse, riesgos que se pueden llegar a correr. Lo bueno es que después de verlos uno es quien decide si volverlos realidad o no. Un ejemplo: verse a uno mismo en un sueño besando a una persona. Puede significar que, aunque no nos hayamos dado cuenta concientemente, sentimos una atracción por esa persona. Vimos la posibilidad de estar con esa persona y es momento de que uno decida si esa oportunidad de llevará a cabo o no. Se puede llegar a complicar más si en ese mismo sueño, por ejemplo, nos vemos junto a una persona que no es de nuestro más sincero agrado.
El deseo reprimido puede distinguirse también dentro del juego del inconciente al vernos en situaciones como las nombradas anteriormente.

Por último, la desesperación o el deseo incumplible, también se traduce en nuestra mente como un sueño: el deseo de llevar a cabo X acto y que en nuestra vida real no podamos por Y motivos, porque Z impedimentos, por Q trabas que nos ponemos y que nos ponen. Pero cuando llega la noche y cerramos nuestros ojos, y todos los pensamientos se ordenan y los impulsos eléctricos empiezan a recorrer nuestras cabezas, las imágenes comienzan a aparecer y por algunas horas todo es fácil, y nada es imposible. Y de repente somos lo suficientemente valientes como para confesarle al mundo nuestro amor, para llevar a cabo todos los actos que despiertos no nos atrevemos. En este sentido si, todo es perfecto, todo es justamente lo que necesitamos.


Finalmente es despertar llega con una nueva salida del sol (una alarma, bocinas del forro de enfrente que siempre bocifera a las 7 de la mañana, no importa que sea sábado, la llegada de un mensaje de texto, un llamado, etc), y ese mundo de alegrías o actos indeseados desaparece, y volvemos a ser, una vez más, los mismo cobardes que no se animan a llevarse el mundo por delante, a darle un beso a la persona que tanto se anhela, a decirle "te quiero" a alguien por el miedo al rechazo...

domingo, 11 de mayo de 2008

Los últimos besos

Por qué es tan difícil acordarse de los últimos besos? De los primeros todos siempre se acuerdan, y se los recuerda con lujo de detalles, en lugares específicos, el día, la ropa que llevaba puesto cada uno, y a pesar de que pasaron mucho antes que los últimos, nunca nadie los olvida.
Tal vez de los últimos nadie se acuerda porque nunca nadie se imagina que en efecto van a ser los últimos, siempre se espera que haya uno más. Pero no, siempre todo termina y en estos casos el final nunca es esperado, siempre viene de sorpresa, y se lleva consigo todo lo que no se llegó a hacer, todas las palabras que no se llegaron a decir, todos los sentimientos que no se llegaron a expresar y, por sobretodo, todos los besos que no se llegaron a dar.

sábado, 29 de marzo de 2008

Love Kills

One thinking I realesed that love is like cancer: there's no fucking cure for that shit!

jueves, 27 de marzo de 2008

Mi estilo de psicológico

Cada uno tiene su propio estilo de vida. El mio es simple: olvido lo que me duele o lastima, lo que me molesta pasa a ser indiferente, ignoro la efimeridad por el simple hecho de ser efímero.
No me van los chetos ni los villeros.
Salir para ponerse en pedo es La pelotudez más grande del mundo.
Pasarse el día enfrente de la computadora... hermano tenés un mundo afuera!
Que te guste salir de joda no significa que tengas que ser un infradotado que no sabe hacer más que chamullar (y a veces ni eso).
Si sos puto no me molesta, pero si naciste hombre PORQUE TENÉS QUE ACTUAR COMO MUJER!? Muerte a los amanerados...



La lista sigue, pero a lo que vos es que yo soy así. Al que le gusta, le gusta y al que no, bien por él. Llevar un estilo psicológico así cuesta, y mucho. A muchos les aborrece, otros se ven amenazados y hasta intimidades... me da igual, si no se la bancan es porque no lo entienden.